Mucha gente viene solo a participar en las constelaciones de otras personas pues, además de ayudar a otro, también se benefician del valor terapéutico de la Constelación que opera a niveles muy profundos de la psique humana, aportando: paz, presencia, empatía, claridad mental, y facilidad para procesar emociones y experiencias internas hasta la fecha no resueltas.